SISTEMA ÓSEO

 OBJETIVO:
- Reconocer las partes del sistema oseo y su importancia
- Representar el sistema oseo  del ser humano y explicar su función
- Conocer los cuidados del sistema oseo

DBA
Comprende que los organismos cumplen distintas funciones en cada uno de los niveles tróficos y que las relaciones entre ellos pueden representarse en cadenas y redes alimenticias.

Sistema óseo: Funciones, Partes, Tipos, Regiones y Cuidados

El sistema óseo, conocido más comúnmente como esqueleto, es el conjunto de estructuras especializadas compuestas por tejido vivo (células) y minerales (calcio). Este sistema es el encargado de darle soporte al cuerpo de los animales vertebrados, entre ellos al hombre. 

Se trata de una estructura tan especializada y que marca una diferencia tan clara entre los seres vivos que la poseen y los que no, que divide al reino animal en dos grandes grupos: los invertebrados (animales que no poseen huesos) y los vertebrados (aquellos que sí poseen un esqueleto). 
Como miembro del grupo de los mamíferos superiores y siendo por tanto un vertebrado, el ser humano cuenta con un esqueleto complejo que da protección a los órganos internos en ciertas partes del organismo y permite la locomoción al servir de anclaje a los músculos de las extremidades.


Funciones de los huesos 


Los huesos tienen múltiples funciones, algunas comunes a todos los huesos del organismo y otras más especializadas según su ubicación.

En estas estructuras se pone de manifiesto claramente que la estructura y forma están condicionadas por la función, al punto que para clasificar los huesos se toma en cuenta su función. En general se puede decir que hay funciones comunes y funciones específicas.

Funciones comunes
Se trata de las funciones que tienen todos los huesos del esqueleto, sin importar su ubicación ni tamaño. En este sentido existen dos grandes funciones principales:

– Modelar la zona donde se encuentran.
– Servir de anclaje a músculos y ligamentos.
– Modelado de la anatomía

La anatomía y forma de cada región del cuerpo depende en gran medida de los huesos que le dan soporte, de manera que el aspecto externo depende de los huesos que están en el interior, más allá de nuestra vista.
Esta función es tan importante que, cuando los huesos presentan malformaciones o problemas en su estructura que no les permiten ejercer esta función adecuadamente, se presentan alteraciones estructurales y deformidades severas de las áreas anatómicas afectadas que requieren varias cirugías para poder ser corregidas. 

– Anclaje de músculos y ligamentos

Prácticamente no existe ninguna estructura ósea que no se encuentre firmemente unida a uno o varios músculos, así como a distintos ligamentos.
Esta función está en relación directa con el modelado de la anatomía. El esqueleto es la base sobre la que se construye el resto del cuerpo, tanto adentro como afuera.

Los músculos son responsables en gran medida de la forma del contorno vertebral, y estos necesitan estar anclados a un punto fijo para poder ejercer su función; por lo tanto, no existe prácticamente ningún hueso que no reciba inserciones musculares.

La unión hueso-músculo se denomina sistema osteo-muscular, dado que actúan en conjunto para poder ejercer funciones tan especializadas como la locomoción.


Funciones especializadas

Así como existen funciones comunes, los huesos tienen funciones especializadas según su ubicación anatómica, siendo esta la base de la clasificación de los distintos componentes del sistema óseo.
En este sentido se puede decir que las principales funciones especializadas de los huesos son:

– Protección.
– Soporte y locomoción.
– Funciones súper especializadas.
Según su ubicación y forma, cada hueso del organismo cumple con alguna de esas funciones.


Protección

Los huesos cuya función principal es la protección de los órganos internos por lo general son anchos, planos, ligeros y a la vez muy resistentes; la mayoría tiene una forma curva, semiesférica o comprende una sección de circunferencia de algún tipo.

Esta característica les permite aumentar sus resistencia al impacto, haciéndolos más fuertes y capaces de disipar la energía de traumatismos externos sin necesidad de que el hueso sea mucho más denso.

Además, esa forma particular permite aumentar el espacio interior disponible para alojar los órganos que se encuentran en el organismo. Los huesos que proveen protección se encuentran en tres áreas: cabeza, tórax y pelvis.

Cráneo

Los huesos del cráneo son quizás los más especializados de todos, ya que una falla podría llevar a la muerte instantánea dado que el órgano que protegen, el cerebro, es extremadamente sensible a los traumatismos externos.
Así pues, los huesos del cráneo funcionan como una bóveda inexpugnable que mantiene al cerebro aislado de cualquier contacto con el exterior.

Costillas



En el segundo lugar de este grupo de huesos se encuentran las costillas, las cuales como hueso individual no representan ni gran masa ni mucha fuerza, pero formando un sistema de arcos interconectados entre sí brindan gran protección a las estructuras de la caja torácica (corazón, pulmones y grandes vasos).

A diferencia del cráneo que provee una coraza sólida, las costillas tienen espacios abiertos (sin hueso) entre sí, funcionando como una especie de «jaula» protectora.

Esto se debe a que protegen órganos que cambian de tamaño y forma: los pulmones aumentan de tamaño con cada inspiración y se encogen al expirar; así mismo, las cámaras del corazón cambian de volumen según la fase del ciclo cardíaco.

Por esta razón es necesario que el «escudo» de estos órganos pueda hacerse más grande o más chico según el caso.

Pelvis

Finalmente está la pelvis, constituida por varios huesos fusionados y en cuyo interior se encuentran órganos bastante delicados, como el aparato reproductor femenino y el extremo final de los grandes vasos.

Debido a su posición en la parte baja del cuerpo, la pelvis funciona como hueso con doble función: provee protección a las estructuras abdominales bajas (vejiga, recto, útero, etc.) y permite la transferencia del peso del cuerpo hacia las extremidades inferiores; de allí que sean los huesos de protección más robustos de todo el organismo.

– Soporte y locomoción

Aunque provee cierto soporte, la pelvis es un hueso sin articulaciones móviles; es decir, funciona como un punto de soporte de peso, pero en sí misma no es capaz de proveer movilidad, a diferencia de los huesos de las extremidades.
En este sentido, tanto brazos como piernas cuentan con una serie de huesos interconectados entre sí mediante las articulaciones, cuya característica principal es ser bastante largos, recibiendo inserciones de múltiples grupos musculares.
Esta característica les permite actuar como palancas que incrementan la fuerza que genera el músculo, de manera que trabajando al unísono, huesos y sistema muscular, se puede generar gran cantidad de fuerza en las extremidades. Esta fuerza sirve para la locomoción (extremidades inferiores) y para el soporte y la movilidad (extremidades superiores).

Otra característica de los huesos de soporte es que son muy resistentes a las cargas verticales y a la torsión, lo cual les permite fungir como «pilares» para soportar el peso del cuerpo y, a la vez, como palancas con movilidad en distintos planos.

Si no fueran resistentes a la torsión, ciertos esfuerzos en el plano equivocado podrían romper fácilmente estos huesos.

Funciones súper especializadas
En este grupo se encuentran huesos con funciones muy especializadas y específicas que condicionan formas y tamaños muy particulares. 

– Columna vertebral



Al verlos aislados, estos pequeños huesos no impresionan mucho, pero cuando se colocan en conjunto, trabajando al unísono, son capaces de crear una estructura tan maravillosa y compleja que no ha podido ser reproducida hasta el momento por ningún sistema mecánico.

La columna vertebral funciona como un pilar rígido que soporta el peso del cuerpo llevándolo hacia las extremidades (función de carga), pero a la vez es lo suficientemente flexible como para permitir angulaciones de hasta 90º, dándole gran capacidad de movilidad (locomoción). Para darnos cuenta de esto basta ver una rutina de un gimnasta.

Sus funciones no terminan allí. Además de servir como soporte y ayudar en la locomoción; las vértebras también protegen estructuras sumamente delicadas —como la médula espinal— e importantes vasos sanguíneos que se encuentran en el interior del tórax y el abdomen.

Así pues, las vértebras son capaces también de proveer protección, funcionando como una especie de «armadura medieval articulada». Resulta fascinante la versatilidad de las vértebras, en especial cuando se ven funcionando en conjunto.

– Esternón
Por otro lado está el esternón. Se trata de un hueso plano, modesto y no muy llamativo; no se mueve ni lleva carga, pero su función es vital para preservar la vida.

El esternón es una lámina de hueso sólido que se ubica en la parte anterior de la caja torácica y funciona como un escudo denso y duro que se ubica delante del corazón.

Hasta allí podría considerarse como un hueso con función de protección, pero su misión va más allá de eso dado que en este hueso se insertan las costillas.

Aunque la movilidad de estas es limitadas, el conjunto de articulaciones costo-condrales (entre cartílago y costillas) que toman su punto de apoyo en el esternón son un fino mecanismo de relojería que permite que la caja torácica se expanda y contraiga lo necesario sin que las costillas «salten» de su posición.

– Oído medio
Finalmente, hay unos huesos casi invisibles, pequeños y desconocidos para la mayoría de la gente. Se trata de los huesos más pequeños del organismo y su función no es ni de protección ni de soporte; de hecho, son solo 6 (3 a cada lado) y sin ellos no podríamos tener una percepción del mundo como la que tenemos.

Se trata de los huesos del oído medio. Tres estructuras altamente especializadas cuya única función es transmitir la vibración que producen las ondas sonoras en el tímpano hasta el oído interno donde se transformarán en impulsos nerviosos que nuestro cerebro interpretará como sonidos.

Son minúsculos y super especializados, al punto de que cuando se enferman (otoesclerosis) las personas pierden la audición. Los huesos del oído medio constituyen el epítome de los huesos súper especializados.

Clasificación de los huesos

Conociendo su función, se puede dividir a los huesos en dos grandes grupos:
– Huesos planos.
– Huesos largos.

En estos casos la forma depende de la función. Además, tanto los huesos planos como los huesos largos en su interior están compuestos por dos tipos diferentes de tejido óseo:
– Hueso esponjoso.
– Hueso cortical.

La proporción entre uno y otro varía según el tipo de hueso. En los huesos planos predomina el hueso esponjoso, haciéndolos más ligeros pero muy resistentes al impacto.

En cambio, en los huesos largos predomina el hueso cortical, cuyas características particulares le hacen muy resistente a las cargas y a la torsión, aunque esto implique un peso añadido.

Cuidados del sistema óseo 

A pesar de ser resistente, el sistema óseo está sometido a mucho estrés, por lo que es necesario cuidarlo adecuadamente para evitar que se deteriore. En este sentido, hay tres medidas básicas a tener en cuenta:
– Alimentación.
– Medidas mecánicas.
– Medidas farmacológicas.

Cada una de estas es importante y no pueden desvincularse una de la otra, aunque en ciertas etapas de la vida una puede tener más relevancia que las demás.

Alimentación

El hueso es una estructura viva con una actividad metabólica muy intensa. Para su formación es indispensable contar con suficiente calcio, así como con colágeno y proteínas que permitan la formación de la matriz ósea. Así pues, es necesario que la dieta tenga un aporte suficiente de calcio, así como de proteínas.
Esto es particularmente importante durante la infancia y la adolescencia, cuando el hueso está creciendo y se encuentra metabólicamente más activo.
Una dieta rica en derivados lácteos (leche, yogur, queso) y vegetales verdes como la espinaca es importante para garantizar una aporte suficiente de calcio; de otra forma, los huesos no desarrollarán la fortaleza necesaria.
Es muy importante recalcar que la exposición a la luz solar es indispensable para que la vitamina D se sintetice en el organismo y permite fija el calcio de la dieta, de manera que los ejercicios y paseos al aire libre, en especial los días soleados son una buena forma de mantener la salud de los huesos, aunque los rayos solares nunca lleguen a tocarlos.

Medidas mecánicas

Se pueden dividir en dos grupos: aquellas dirigidas a fortalecer el hueso y aquellas destinadas a protegerlo.

En el primer grupo lo mejor que se puede hacer es el ejercicio. Al entrenar, los músculos ejercen tensión sobre los huesos desencadenando una serie de estímulos químicos y mecánicos que inducen la formación de más hueso, el cual suele ser más fuerte.

Así pues, mientras más ejercicio se haga, más robusto será el sistema óseo, haciéndolo más resistente y fuerte.

Por otra parte, están las medidas orientadas a proteger el hueso. Allí se incluyen todas aquellas estrategias orientadas a proteger al esqueleto de golpes y traumatismos.

Desde el uso de cascos y rodilleras para evitar golpes, contusiones y fracturas cuando se practican deportes, hasta el uso del cinturón de seguridad en el automóvil y arneses de protección cuando se trabaja en altura para evitar caídas. La idea es proteger los huesos de impactos que puedan romperlos.

Medidas farmacológicas

Este grupo de medidas toma importancia ya al final de la vida, cuando el metabolismo óseo comienza a declinar y el cuerpo necesita ayuda para mantener el hueso sano y fuerte.

En este sentido lo más importante es evitar la osteopenia/osteoporosis (disminución de la densidad mineral ósea), para lo cual se emplean suplementos de calcio por vía oral, así como medicamentos que ayudan a fijar dicho calcio en los huesos.

Se trata de un tratamiento muy útil que disminuye el riesgo de fracturas en las personas mayores, mejorando su calidad de vida y evitando cirugías ortopédicas mayores derivadas de fracturas como la de cadera, muy común en las personas con osteoporosis.

Completar el estudio del tema con el siguiente video.